Janet Yellen, naturalmente.

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En los últimos días se ha generado una gran expectación en todos los medios de comunicación nacionales e internacionales acerca de la persona que fuese a relevar a Ben Bernanke en la presidencia de la Reserva Federal de los Estados Unidos (la Fed, para los colegas). Pues bien, después de ardientes especulaciones, debates televisivos, reportajes de prensa y teorías conspiratorias, el presidente Obama por fin ha hecho su propuesta a la sucesión de Bernanke: Janet Yellen, naturalmente.

Janet Yellen es la persona idónea para desempeñar las funciones de presidencia de la Reserva Federal. Y no digo esto precisamente por el curriculum vitae de la señora Yellen, el cual es realmente sorprendente (¡incluso está casada con un Premio Nobel de Economía!), sino porque va a continuar con la misma tendencia que Ben Bernanke y Alan Greespan en la política monetaria estadounidense. Es decir, Obama jamás habría propuesto a nadie que pudiese romper con el tono expansionista de la política monetaria y mucho menos comprometer o cuestionar el papel de la Reserva Federal como monopolio de la emisión de moneda e institución competente para la fijación de los tipos de interés, naturalmente.

Una de las virtudes que más se han destacado de la señora Yellen es su preocupación y dedicación por el problema del desempleo. Esta virtud no es más que un cliché que nos recuerda que la Reserva Federal tiene un mandato dual, esto es, que para la fijación de los objetivos de política monetaria, tienen la misma importancia el objetivo de inflación como el objetivo de empleo y crecimiento económico. Por ello resulta curioso cómo en cambio, con respecto a los presidentes del Banco Central Europeo (BCE), la virtud que a menudo se suele destacar, en la prensa, es su clara preocupación por la inflación. Y es que el BCE tiene un mandato prioritario, es decir, que teóricamente el objetivo prioritario es la estabilidad de precios frente a cualquier otro. Sin embargo en la práctica estamos viendo cómo Mario Draghi, el actual presidente del BCE, está manteniendo una política expansiva a imagen y semejanza de su homólogo en Estados Unidos. Eso sí, se hace un poco más de rogar por su supuesto compromiso al objetivo de inflación.

Dicen que la señora Yellen predijo el boom inmobiliario. No debería sorprenderle a nadie, pues la institución que ella representa es una de las responsables directas de la crisis financiera. Son las políticas monetarias de expansión del crédito las que inducen una sobreinversión que no está respaldada por ahorro real. La reducción artificial de los tipos de interés envía señales erróneas al mercado, ya que los empresarios observan que aparentemente existen más recursos financieros disponibles (aunque el ahorro real no se haya incrementado, sino más bien todo lo contrario). De esta manera, los empresarios se lanzan a invertir en proyectos que precisan de capital y que, por alocados que sean, son fácilmente financiables, dado que la oferta monetaria se ha incrementado tanto que los tipos de interés reales son negativos. Asimismo, los consumidores se lanzan a pedir créditos al consumo y comienzan a endeudarse progresivamente.

Todo marchaba bien mientras siguiera abierta la barra libre de la liquidez. Sin embargo, la señora Yellen sabía bien que la situación no podía mantenerse. Pero a pesar de ello…¿cuál es su receta para la recuperación económica? Más crédito, dinero fácil y endeudamiento de un país que actualmente se encuentra en suspensión de pagos y con el cierre de su administración.

Contamos por tanto con una keynesiana en la presidencia de la Reserva Federal, naturalmente. Su colega Paul Krugman no estará descontento con la elección, aunque él no confía tanto en la política monetaria y prefiere una intervención del Estado a través de la política fiscal expansiva. No obstante, una de las recomendaciones de Krugman que me gustaría recordar (aparte de sus enseñanzas sobre las bondades de la economía de guerra), es cuando en el año 2001, con la crisis estadounidense de las TIC´s, pidió crear un boom artificial para que la economía no se ralentizase.

Por todo ello estoy seguro que, a la vista de las recetas propuestas por Yellen, el economista Krugman podrá ponerse de acuerdo con ella para crear otro nuevo boom y sentar las bases de otra crisis financiera, naturalmente…

5 comentarios en “Janet Yellen, naturalmente.

  1. La situación en Estados Unidos es un tanto alarmante. Si el Congreso no acuerda aumentar el techo de gasto, el país más poderoso del mundo podría entrar en suspensión de pagos y en quiebra, lo cual conduciría a una nueva crisis financiera que, seguramente, se extendería por todo el globo (aunque con menor intensidad, pienso que sigue siendo cierto el dicho de que cuando Estados Unidos estornuda el mundo entero se constipa…). La Sra. Yellen va a mantener la misma política que su predecesor y lo que debería hacer, igual que debe seguir haciéndolo España, es reducir el gasto público. Dejémonos de políticas monetarias expansivas y reduzcamos el enorme gasto público.

  2. Creo que un gran acontecimiento para la historia sería la suspensión de pagos de Estados Unidos. Una contracción a nivel global de la economía haría tambalearse los actuales sistemas presupuestarios basados en la emisión sin límites de deuda. Mantener el techo de gasto sería, en mi opinión, una opción responsable.

  3. Sin duda, la elección de Yellen supone dar continuidad a la linea más «dovish» de la fed. Sin embargo, creo que ha sido una decisión «por defecto», tras la inesperada renuncia de Larry Summers (de corte más «hawkish»).

    En un contexto de mayor visibilidad fiscal una vez ampliado el techo de la deuda, parece posible que el bueno de Ben anuncie el inicio del «tapering» antes de que expire su mandato (ojo a la reunión del FOMC el 17-18 de diciembre), evitando a Yellen tomar la que podría ser su decisión más importante al frente de la Fed.

    No debemos olvidar que, por muy nocivas que puedan ser (y son!) a medio y largo plazo las políticas extremadamente expansivas de la Reserva Federal, sin duda constituyen un soporte fundamental para la economía. Retirar los estímulos de forma precipitada podría ser un golpe difícil de encajar, y no sólo para EEUU.

    Desgraciadamente, la confianza es un factor esencial en la economía actual, y la liquidez es la variable que está siendo más efectiva a la hora de proporcionarla.
    La duda que surge ahora es la siguiente: Una vez que se logre una mejora sostenida de los fundamentales ¿Veremos una reducción agresiva del tamaño del balance de la Fed?

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