Una crítica al programa económico de «Podemos».

pod

Tras la celebración de las últimas elecciones europeas, los españoles nos hemos llevado una gran sorpresa en las urnas (grata para algunos, desagradable para otros). El movimiento político de «Podemos», liderado por el profesor Pablo Iglesias, ha conseguido 5 escaños en el Parlamento Europeo, respaldados por más de 1.200.000 votos. Sin duda este suceso ha provocado la reacción inmediata de la prensa, la televisión y especialmente las redes sociales. Cientos de personas, periodistas, economistas y otras figuras públicas analizan el éxito de esta nueva alternativa.

Lejos de cosechar alarmismos o teorías de la conspiración, me permito aquí  analizar las propuestas más relevantes de índole económica  de «Podemos», recogidas en su programa. (http://podemos.info/wordpress/wp-content/uploads/2014/05/Programa-Podemos.pdf).

Por motivos de extensión, se estudiarán las medidas más relevantes:

1) Empleo: Dentro de este capítulo se incluye una serie de medidas resumidas en un programa de inversiones públicas de estímulo económico con el fin de crear empleo sostenible.
Además, propone la reducción de la jornada laboral a 35 horas semanales, reducción de la edad de jubilación a los 60 años, prohibición del despido en empresas con beneficios, elevación del salario mínimo y establecimiento de un salario máximo. Vamos paso a paso:

-Respecto al plan de inversiones públicas, Pablo Iglesias no ha descubierto nada nuevo. LLevamos muchos años aplicando esta receta. Sí sí: «cheque bebé«, año 2007 con un coste de 1.230 millones de euros; devolución de 400 euros del IRPF«, año 2008 con un coste de 5.000 millones de euros;»Plan E«, año 2008, con un coste de hasta 20.000 millones de euros. En total, un paquete de medidas de estímulo que en 2009 arrojaba un importe aproximado de 34.000 millones de euros. Como resultado, un déficit superior al 6% y una deuda pública rondando el 100% del PIB. A pesar de ello, el problema del paro no se ha resuelto. Ante estas circunstancias, el único argumento que le queda a Podemos es que «aún no se ha gastado lo suficiente». Si el gasto público en España es de unos 459 mil millones de euros, representando casi un 50% del PIB, ¿cuántos millones cree Pablo Iglesias que faltan por gastar?
El problema de crear empleo a través de la inversión pública no es el de crear empleo en sí mismo. Si mañana Rajoy decidiera colocar a todos los parados a diseñar y construir más carreteras, puentes, polideportivos, etc, acabamos con el problema del paro de forma fulminante. Sin embargo, no creamos empleo. Lo que hacemos es endeudar puestos de trabajo. No es sostenible para el Estado español mantener ese sistema, además de no ser rentable por no basarse en un análisis coste-beneficio como puede hacer la gestión privada. Todo esto sin añadir que la red de infraestructuras en España está muy sobredimensionada. El coste de mantener dichas infraestructuras infrautilizadas es un esfuerzo que ya no podemos permitirnos.
Dar facilidades al sector privado para que genere ahorro (a través de una reducción de impuestos) y así poder invertir en proyectos que generen empleo es la mejor política que sí se puede hacer.

-Reducción de jornada laboral a 35 horas semanales, reducción de la edad de jubilación a los 60 años: No hay mucho que poder decir sobre esta medida puramente oportunista. Efectivamente, todos queremos trabajar lo menos posible y tener una jubilación dorada. Sin embargo, en un escenario en el que el sistema público de prestación de pensiones presenta riesgos graves de quiebra en el medio plazo, no podemos permitirnos reducir la jornada laboral y la edad de jubilación. No es viable mientras contemos con un sistema de prestaciones intergeneracionales que propicia el envejecimiento de la población y disuade a los jóvenes a ahorrar.
Diseñar una estrategia temporal que introduzca una privatización paulatina de fondos de pensiones basados en la capitalización, como ya hicieron Chile o Reino Unido, otorgaría grandes beneficios económicos y sociales, eliminando el conflicto social entre la población activa que debe soportar sobre su base a un creciente número de jubilados. De esta manera, cada trabajador, en función de sus preferencias y necesidades, podría jubilarse a la edad que considere oportuno. Esta es una reforma que sí puede y debe hacerse.

-Prohibición del despido en empresas que presenten beneficios, elevación de un salario mínimo y establecimiento de un salario máximo: De nuevo nos encontramos con medidas que parecen haber sido redactadas por un niño, sin parar a analizar sus consecuencias.
Prácticamente la totalidad del tejido empresarial español está constituido por pequeñas y medianas empresas. Con esta consideración, pretendo eliminar la imagen perversa que se ha concebido del empresario corriente, dibujado como una persona sin escrúpulos y que despide libremente. España tiene el despido más caro de Europa, heredado del sistema franquista, donde el despido estaba prohibido. Por tanto, el movimiento de Podemos rescata esta vieja política de Franco. Sin embargo, además, en el momento en que entendamos cómo funciona el ciclo de explotación de una empresa, nos daremos cuenta de que la misma, aún obteniendo beneficios contables, puede tener graves problemas que amenacen la continuidad de su actividad. En efecto, y como de hecho está sucediendo actualmente, las empresas presentan problemas de liquidez en su tesorería, no pudiendo cumplir con sus obligaciones de pago y entrando en régimen de concurso de acreedores. Otro desequilibrio grave puede venir dado como consecuencia de un exceso de apalancamiento o endeudamiento, por lo que el beneficio que se pueda obtener vaya directamente al pago de los intereses y principal de la deuda. Es decir, hay muchas peculiaridades que advierten que la situación de una empresa no puede valorarse únicamente atendiendo al beneficio contable.
Respecto a la elevación del salario mínimo, ya se ha hablado en este blog de los efectos perjudiciales que esta medida tiene sobre el empleo.El salario mínimo eleva el coste marginal de emplear al trabajador, lo cual produce, a igualdad de circunstancias, más paro. Además, este salario repercute especialmente sobre los trabajadores más jóvenes sin experiencia y las personas menos cualificadas, ya que el salario que las empresas están dispuestos a remunerar(en función de su menor productividad) se sitúa por debajo del salario mínimo, por lo que no pueden contratarles.
Por último, el establecimiento de un salario máximo resulta terrible porque crea incentivos aberrantes, disuadiendo a los trabajadores de determinada experiencia y categoría profesional de ser más productivos, ya que no obtendrán una remuneración adicional por ello. Este problema no es nuevo. Los primeros teóricos comunistas, como Winstanley, plantearon como posible solución los llamados «incentivos morales»: es decir, las personas han de ser educadas para trabajar con orgullo y esfuerzo por los intereses del Estado, repugnando el beneficio económico de un mayor salario. De aquí proviene el posterior sistema estajanovista y su rotundo fracaso.

2)Deuda y sistema financiero: En estos capítulos, Podemos propone una auditoría ciudadana de la deuda con el fin de no pagar ciertos conceptos considerados «ilegítimos». Asimismo, se exige un mayor control político del Banco Central Europeo (BCE) para que actúe en favor de los pueblos, dando toda la financiación necesaria a los Estados para sufragar las políticas públicas necesarias. El objetivo último sería constituir una banca pública al servicio de los ciudadanos.
Pues bien, si el origen de la crisis económica reside en un privilegio estatal a la banca privada, que le ha permitido expandir artificialmente el crédito sin asunción de riesgos gracias a la figura del banco central como prestamista de última instancia, difícilmente se solucionará el problema dando todo el control de la banca al Estado. No entender la naturaleza de los ciclos económicos no justifica en modo alguno el pedir medidas incongruentes y estúpidas.
En cuanto a la auditoría de la deuda, la consecuencia inmediata de no pagar es que muchas de las empresas públicas y organismos que hoy en día se financian con deuda soberana de otros países para operar (como el Fondo de Reserva de Pensiones de la Seguridad Social), entrarían en quiebra técnica. El segundo efecto inmediato sería una fuga de capitales masiva, ya que si España no garantiza el pago de la deuda, nadie se atreverá a invertir. La situación de aislamiento internacional nos llevaría, de nuevo, a aquel escenario caduco de la autarquía en la España de la posguerra.

3)Cajón de sastre: Puestos a pedir, a continuación al programa de Podemos se presenta un conjunto de más políticas que hacen pensar que Pablo Iglesias es un auténtico «gurú» de la economía y que él ha dado con la receta perfecta. De esta manera, encontramos una serie de medidas encaminadas a endurecer el sistema impositivo hacia las empresas y grandes riquezas para que asuman todos los gastos que España necesita. Hay dos efectos que me permito definir y que creo pueden ser muy ilustrativos:

-Síndrome de Peter Pan: Elevar el impuesto de sociedades a las empresas producirá que las mismas no quieran «crecer» u obtener mayor facturación, frenando el crecimiento económico y la innovación de nuevos bienes y servicios.

-Síndrome de «Depardieu»: Si perseguimos a las grandes riquezas para que paguen una cifra confiscatoria al Estado…¿cree Pablo Iglesias que estas personas se quedarán siempre en España? La evasión fiscal y el fraude son dos problemas que hay que combatir con seriedad, no a base de persecución. Que las personas físicas y jurídicas estén buscando otros sitios donde tributar es un hecho que nos debe hacer plantear si en España se están pagando muchos impuestos. El fraude no es un hecho justificable, pero sí comprensible. Por ello, es necesario cambiar la estrategia. No se trata de perseguir a las empresas o a los ricos, si no de favorecer un clima jurídico y fiscal que permita prevenir el fraude.

En suma, después de nuestro análisis es preciso concluir que nos encontramos con un programa lleno de políticas que NO son viables, y si lo fueran, serían muy perjudiciales para España y Europa.
Así NO Podemos, señor Iglesias…