La «nariz de Cleopatra» en Economía

cleopatra

The persistent tension between the organizational structure of a government that maximizes the income of its ruler (and the ruler´s supporters) and an efficient system that reduces transaction costs and encourages economic growth is the “root cause of the failure of societies to experience sustained economic growth»

Douglas C. North

A menudo los científicos sociales, cuando tratan de dar respuesta a los fenómenos complejos que se producen en la sociedad, caen en la tentación de buscar un origen que sea, naturalmente, igual de complejo. Sin embargo este planteamiento puede llegar a ser sumamente pretencioso.

La Historia clásica nos ofrece un testimonio muy poderoso para hacernos entender que, más a menudo de lo que pensamos, muchos de los fenómenos que hoy observamos son consecuencia de un origen menudo e incluso trivial. Nos estamos refiriendo a la explicación de la nariz de Cleopatra. El filósofo francés Blaise Pascal afirmó que “si Cleopatra hubiera tenido una nariz más corta, hubiera cambiado la faz del mundo”. En efecto, el papel de Cleopatra fue clave en el curso de los acontecimientos de la Roma de Julio César y Marco Antonio,  los dos hombres a quienes la reina egipcia enamoró, según cuentan los clásicos, gracias a su nariz.

El ejemplo de la nariz de Cleopatra es empleado para entender que ciertos fenómenos e instituciones que se producen o existen en la actualidad no tienen un origen profundo, y su trayectoria inicial puede incluso haber sido una cuestión de suerte. Sin embargo, el tiempo pasa y consiguen persistir. Con esta idea aparece el concepto de path dependence (dependencia del camino), introducido por los economistas para explicar que el pasado influye sobre el presente en nuestras pautas y comportamientos.

Es interesante trasladar este argumento al campo de las políticas públicas y del Estado de Bienestar. Las contribuciones de economistas como el Premio Nobel Douglas C- North o los teóricos de la Public Choice demuestran que, en un mundo cada vez más globalizado y dinámico, la intervención del Estado a través de su aparato burocrático se caracteriza por la rigidez y resistencia al cambio. Este problema tiene repercusiones muy importantes sobre la economía, creando un conflicto entre la estructura estática de los gobiernos frente a la eficiencia dinámica de los mercados. Dicho conflicto es el que se produce cuando la educación pública se mantiene rígida ante los permanentes cambios de las demandas del mercado laboral (visto aquí), o cuando los sistemas públicos de prestaciones se niegan a reconocer la creciente movilidad laboral y la nueva pirámide poblacional (visto aquí).

Es decir, el path dependence nos ayuda a entender que mediante un origen simple,  como pudo ser la protección social de un determinado colectivo por parte del Estado en un momento concreto de la historia económica, se constituyó un Estado de Bienestar muy rígido que puede llegar a ser perjudicial para el progreso social al no adaptarse a los cambios. Por ello es habitual que la manera que los gobiernos tienen para justificar la esfera de su intervención, sea afirmar que un determinado servicio ha de ser público simplemente “porque siempre ha sido público”, ignorando la posibilidad de que tal vez, la necesidad que dicho servicio pretende cubrir sea irrelevante hoy en día (análisis coste-beneficio). Esta persistencia levanta barreras a la iniciativa privada, donde los incentivos económicos favorecen que el path dependence sea mucho más reducido, al encontrarse las empresas en un continuo estado de alerta para innovar y adaptarse a las nuevas necesidades.

Otra aplicación más exhaustiva de la nariz de Cleopatra se encuentra en el sistema financiero actual, fruto de lo que algunos economistas austriacos como Jesús Huerta de Soto denominan accidente histórico: la promulgación de la Ley de Peel en 1844, la cual prohibía la creación de billetes bancarios sin respaldo del 100% por dinero en metálico. Sin embargo, para la Escuela Austriaca, dicha ley fue un rotundo fracaso, ya que al “no haber incluido entre sus prohibiciones la de emitir nuevos créditos y depósitos sin un coeficiente de reserva del 100 por cien, permitió que los ciclos recurrentes de auge y depresión continuaran sucediéndose…” (Huerta de Soto, “Dinero, Crèdito Bancario y Ciclos económicos”.

A este respecto, podemos observar que la teoría económica ha demostrado el fracaso de muchas de las políticas económicas vigentes. Sin embargo, es muy difícil revertir la situación, bien sea por los costes de transacción que ello supondría, o bien sea por los incentivos de la gestión burocrática para aumentar la esfera de su intervención en lugar de reducirla.

Por tanto, es preciso concluir que el efecto de lo inesperado y el path dependence tienen implicaciones muy interesantes para la ciencia económica en el estudio de la eficacia de las políticas públicas y de las organizaciones burocráticas, pudiendo originar problemas y conflictos sociales que, lejos de resolverse, se perpetúan en la historia.

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